Según el modelo de intolerancia a la incertidumbre (MII) los individuos con TAG encontrarían las situaciones de incertidumbre o ambigüedad como “estresantes y molestas”, y experimentan preocupación crónica en respuesta a esas situaciones. Estos individuos creen que la preocupación les servirá o para ayudarles a afrontar más eficazmente los acontecimientos temidos o para prevenir que se produzcan esos acontecimientos.
Esta preocupación, conjuntamente con los sentimientos de ansiedad que la acompañan conduce a una orientación negativa al problema y a evitación cognitiva, los cuales a su vez sirven para mantener la preocupación. Concretamente, los individuos que experimentan un orientación negativa al problema:
1) Tienen falta de confianza en su capacidad para resolver problemas,
2) Perciben los problemas como amenazas,
3) Se frustran fácilmente cuando se enfrentan a un problema y
4) Son pesimistas acerca del resultado de los esfuerzos para resolver el problema.
Estos pensamientos sirven para exacerbar su preocupación y ansiedad. La evitación cognitiva se refiere al uso de estrategias cognitivas (por Ej. sustitución del pensamiento, distracción, supresión del pensamiento) que facilita la evitación de la excitación cognitiva y de imágenes amenazantes asociadas con la preocupación. La “II” (intolerancia a la incertidumbre) sirve para disparar la cadena de preocupación, la orientación negativa al problema, la evitación cognitiva y para argumentar que la intolerancia a la incertidumbre también afecta directamente a los problemas de orientación y al grado de evitación cognitiva del individuo. De este modo, los individuos con “II” aumentada serán más propensos a participar en el proceso de preocupación. El MII postula la importancia de cuatro factores en la distinción entre individuos con TAG y controles sanos y otras muestras clínicas:
1. Intolerancia a la incertidumbre
2. Pensamientos positivos acerca de la preocupación
3. Orientación negativa
4. Orientación negativa al problema.
TRATAMIENTO
El MII se centra en desarrollar un incremento a la tolerancia para la incertidumbre y de su aceptación. Los componentes específicos del tratamiento incluyen:
a. Auto-monitorización
b. Educación en relación con Intolerancia a la Incertidumbre
c. Evaluación de las creencias de la preocupación
d. Mejoría de la orientación al problema
e. El procesamiento de los miedos clave
Basado en que los pacientes con TAG tienen mayor probabilidad de tener actitudes negativas y disfuncionales acerca de la solución de problemas, un componente importante del tratamiento que emerge del MII implica ayudar a los pacientes a adquirir una orientación más positiva hacia los problemas.
Esto incluye enseñar a los pacientes a cómo discriminar adecuadamente entre una situación problemática y las emociones alrededor de una situación, animándoles a percibir los problemas como una parte normal de la vida y sugiriendo que los problemas pueden ser vistos como oportunidades más que como amenazas.
Una vez que el terapeuta educa al paciente sobre el marco de cogniciones subyacentes a su preocupación y se han abordado las percepciones específicas anormales, un paso final implica el procesamiento de los miedos clave. Procesamiento de los temores clave: Se refiere a la influencia de la evitación cognitiva en el mantenimiento de la preocupación, supone la exposición de los pacientes a imágenes de amenaza mental como un camino para afrontar sus miedos y prevenir la evitación. El terapeuta investiga un temor principal subyacente en una preocupación recurrente del paciente y posteriormente construye un escenario de exposición descriptiva que puede registrarse y usarse en futuras sesiones de exposición